sábado, abril 07, 2007

Nuevo Blog

Os anunciamos la creacion de un nuevo blog donde continuaremos y mejoramos la labor que hemos desempeñado hasta la fecha. Actualizad la dirección del blog porque a partir de ahora nos vemos en:

http://monitoresorea.blogspot.com

domingo, noviembre 05, 2006

sábado, noviembre 04, 2006

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gracias Lorensen

Carta abierta de un ex-monitor de orea al Padre Provincial (Final de la carta)

Vuelvo a tener dudas. No se nos ha aplicado repentinamente una norma totalmente ajena a la dinámica de Orea, no ha cambiado el planteamiento del campamento y, por tanto, no hemos podido dejar de ser competentes para desempeñar la función que veníamos realizando. ¿Qué me he perdido? Porque le confieso que no me salen las cuentas. Sumo dos y dos y no me da cuatro. ¿Qué aspecto revelador y que dota de coherencia a lo sucedido no se nos ha comunicado? ¿Qué es lo que está ocurriendo realmente?
Continuando con la cita de sus propias palabras, recuerdo que nos hablo de la verdad que tanto cuidaba y trataba de trasladar Calasanz. Una verdad minúscula y mayúscula. Una verdad que en estos momentos no se nos ha mostrado claramente. Una verdad esquiva para todos aquellos que hemos participado voluntariamente en Orea. No afirmaré que han tratado de ocultarnos la verdad porque, de ser así, deberían cargar en su conciencia el estar traicionando los principios y valores del fundador de la Orden; lo cual resultaría vergonzoso para la Escuela Pía, pero sí puedo afirmar que, de existir una verdad que dé sentido a lo ocurrido con Juanto, con los coordinadores y con el resto de monitores, no se nos ha trasladado con limpieza ni claridad ¿por qué? ¿nos considera la Escuela Pía lo suficientemente maduros como para llevar adelante sus proyectos pero no como para conocer los motivos que la llevan a introducir cambios en los mismos? ¿Qué respuesta esperaba de nosotros para no haber actuado así, teniendo en cuenta que siempre hemos asumido con sensatez y humildad lo que se nos ha planteado de forma clara y concisa?
En este momento ansío de corazón la verdad de la que hablaba usted al referirse a Calasanz, no la que nos transmite con su propia forma de actuar, con su ejemplo; la verdad de la que habló. La verdad de lo que ha ocurrido este año en Orea, la verdad que motiva tantos cambios y todos tan repentinos. Cambios que no responden a lo que nos han contado, a los argumentos que nos han dado ni a los principios que ustedes dicen seguir.
Usted nos hablo el sábado de vivir con los brazos abiertos, de ser receptivos a los demás, de aprender a ser comunidad, pero resulta que los que hemos colaborado con nuestro servicio, los que hemos estado trabajando y dedicando nuestro tiempo a los niños, y por supuesto los propios niños, ya somos comunidad. Durante la elaboración de las programaciones, en las convivencias de formación de monitores, en las campañas de verano vivimos en comunidad, juntos, hacemos nuestros los valores de convivencia que trasladamos a los acampados, que compartimos con el personal de cocina, de mantenimiento, de otros campamentos… Vivimos en comunidad siguiendo los mismos principios que deseamos transmitir, los valores cristianos que recoge el ideario del campamento, porque creemos que el ejemplo es el mejor modo de mostrar una verdad. El sentido del ejemplo y la responsabilidad que el mismo conlleva nos ha hecho compartir, crecer, madurar, colaborar, dar y recibir y eso ha hecho que, durante 32 años, generaciones y generaciones de niños hayan pasado por el campamento, hayan querido repetir, vincularse a dicho proyecto y crecer en él; para finalmente, escogerlo como espacio donde realizar un servicio. ¿No resulta para la Escuela Pía un ejemplo válido? ¿No resulta el campamento un entorno donde vivir en comunidad aceptable?
Lo cierto es que sí lo es, una comunidad ejemplar que ha logrado recibir con los brazos abiertos a todo aquel que ha querido participar y colaborar en ella. Una comunidad valida para realizar las prácticas de cualquier voluntario de la Escuela Pía. Un proyecto en el que aprender el sentido del servicio en comunión con los otros. Con sus decisiones ha roto esa comunidad. No ha respetado su singularidad ni su sentir, simplemente los ha obviado, los ha pasado por alto al respecto.
Si Orea no era una comunidad impregnada de la sensibilidad calasancia ¿Por qué ha desempeñado su labor como tal durante 32 años? No creo que sea el caso. Los padres escolapios no hubiesen permitido que un sinsentido así se mantuviese tanto tiempo. De nuevo sería vergonzoso para la Orden respaldar, organizar, promover y financiar un proyecto que no atiende a sus creencias y sus principios. Sería absurdo. Pero si lo era, si Orea era un espacio donde vivir en comunidad de acuerdo a los valores que desea trasmitir la Orden ¿cuándo ha dejado de ser respetada como tal? Vuelvo a tener que afirmar que debe ser este año, el año en que su estabilidad y continuidad se ha visto vulnerada. No antes, ya que no fue antes que se vio afectada tan gravemente la sensibilidad de sus miembros. Intuyo que, junto con otros cambios, ha sido este año cuando la relación de la Escuela Pía con su propio proyecto ha variado. Cuando ha decidido cambiar su forma de entenderla.
Ahora debo remitirme a la reunión que celebramos en Gandía para citar sus palabras de nuevo. Una reunión de educadores escolapios; eso, al menos, es lo que éramos considerados entonces. Allí usted dijo que el servicio que prestaban los voluntarios era un tesoro y que, como tal, era valorado por la Escuela Pía, que era deber de la Escuela Pía cuidar ese tesoro. El tesoro de la gente que está dispuesta a poner su vida en un proyecto destinado a los demás. ¿Eso no rezuma evangelio? ¿No está empapado de evangelio? La Escuela Pía contaba, en el conjunto monitores de Orea, con una comunidad que vivía y transmitía los valores del Evangelio. Una Comunidad que ha sido elegida, año tras año, por cientos de niños, frente a otras opciones educativas, en la mayoría de las veces, frente a las opciones de sus propios colegios, de sus propias órdenes y de los proyectos que éstas promueven. ¿Qué mayor tesoro puede haber? ¿Qué mejor modo de poner a la gente en contacto con los valores cristianos y el sentir calasancio? ¿No le resulta suficiente apertura? ¿No supone esta condición un orgullo a los escolapios? Éramos comunidad ejemplar abierta al mundo, abierta a todos y, sus decisiones han roto la comunión. ¿Por qué? ¿Es esta la forma en la que la Escuela Pía fomenta y promueve sus propios proyectos? No creo que generar malestar entre sus propios voluntarios dejando a un lado su labor, su sentir y el maravilloso ejemplo que dan sea la forma mas adecuada de vivir en coherencia los valores que se desea trasmitir, pero así es como usted ha actuado.
Cuando dio por finalizada su aportación, abandonó la sala sin preguntarnos nada, sin escuchar nada, casi sin vernos. Los colaboradores que ha escogido para su nuevo proyecto trataron de hacernos reflexionar pero centraron sus argumentos y sus justificaciones en la querencia al cargo y la dependencia a los afectos. No quisieron o no pudieron comprender lo que tratábamos de comunicarles. Su conocimiento del campamento, y de la realidad que se ha vivido en el mismo estos 32 años, dista mucho de ser la adecuada para dirigir un proyecto. Su conocimiento de la labor pedagógica y evangélica que hemos desarrollado es prácticamente nula o totalmente ajena a la suya. La relación con los integrantes de la comunidad educativa de Orea inexistente y, sin embargo, nos han sido presentados como los más adecuados y han sido ellos, y no usted, los que han contestado nuestra preguntas, revelando su ineficacia para comprender, aceptar y dirigir al conjunto de voluntarios que somos tesoro para usted y para la Escuela Pía. ¿Es así como la Escuela Pía entiende que se cuida un tesoro?
Debido al malestar que ha causado la forma de proceder de la Escuela Pía para con sus colaboradores y que las novedades introducidas este año, tal y como yo las entiendo, atentan directamente al espíritu del campamento y a su razón de ser (sentido de mi adhesión al proyecto de la Orden), deseo comunicarle que, desde el sábado pasado, doy por finalizada mi vinculación con la Escuela Pía y con el trabajo que hasta ahora venía desarrollando (curiosamente yo también llevo 19 años en el campamento).
Del mismo modo, en función de la responsabilidad y la vinculación con los acampados que han participado en dicho proyecto y dado que deseo actuar con los principios de coherencia y verdad que a mi se me han negado, le comunico que trasladaré mi sentir a todos los acampados, acampadas, padres y madres con los que pueda contactar; haciendo pública esta carta. Será únicamente mi parecer y mi opinión, eso queda bastante claro y ya lo he manifestado al principio de la misma pero, antes de que ellos tomen la decisión de continuar en el campamento, deben saber lo que ha ocurrido y en qué ha se ha visto modificado el mismo a raíz de los cambios que usted ha introducido. Les comunicaré también que la totalidad de monitores que participaron en la campaña de este verano han dejado de pertenecer al mismo y que, por tanto, desconocemos qué tipo de proyecto va a realizarse el próximo verano, del mismo modo que desconocemos qué monitores serán los encargados de llevar adelante el nuevo proyecto. Que ellos obren y elijan según les dicte su parecer, su conciencia y su corazón.
De igual modo, enviaré este mensaje personal a todos los compañeros, monitores y premonitores del campamento, animándoles a hacer lo mismo y a comunicar su sentir y la experiencia de su relación con la Escuela Pía a todo aquel que desee escucharlo. Entiéndame bien, ningún ánimo de venganza o revancha guía mi actuación. No busco infringir ningún mal gratuito pero, dado que la Escuela Pía no se muestra transparente y clara, alguien debe ser el primero en hacerlo. Callar o negar lo sucedido solo sería traicionar esa sensibilidad por la verdad que, como usted bien nos recordó, nos transmitió Calasanz.

domingo, octubre 22, 2006

Recordáis llegando al campament, esas fuentes... qué siestas!!!
Estáis llamando a vuestros enlaces, enviando correos a exmonitoresorea@hotmail.com, con vuestros datos "correctos" para apuntaros a esta cena o a próximas actividades?? espero que sí.

Carta abierta (2ª parte)

En la misma línea de lo expuesto, debo ser sincero y confesar que la Escuela Pía tiene la potestad y la capacidad de tomar decisiones al respecto de sus proyectos y de las personas que tratan de desarrollarlos aunque dichas decisiones puedan parecer caprichosas o incomprensibles. Repito, corresponde a la Escuela Pía, y solo a ella el llevar adelante sus proyectos en la forma y fondo que considere oportuno, introduciendo para ello las modificaciones que considere adecuadas. Prescindir de los servicios de Juanto como jefe de campamento bien podría ser una decisión de ese tipo, aparentemente incomprensible pero necesaria para el buen hacer de Orea (aunque no es así como se nos trasladó, sino como una consecuencia lógica de una norma inexistente no comunicada con antelación y ejecutada de inmediato). Desde luego perder el “alma”, como usted mismo denominó, del campamento me pareció precisamente eso, una decisión arbitraria y caprichosa. ¿En que proyecto se prescinde de las personas que lo dotan de continuidad y coherencia de forma tan ejemplar?
No hablaré aquí de la persona que han elegido para desempeñar dicho cargo, pero me resulta curioso que alguien a quien, personalmente, he impartido el curso de monitores y que apenas ha realizado un servicio de uno o dos años en Orea, tenga la experiencia y el conocimiento del campamento suficientes como para dotarlo de continuidad y coherencia. Si no se trata de continuidad, de coherencia o del desarrollo exitoso de un proyecto y tampoco se trata de la aplicación estricta pero normalizada de una norma conocida por todos los implicados ¿De que se trata? ¿Cuáles son los verdaderos objetivos de la Escuela Pía? ¿Por qué no nos los traslada tal cual son?
Si el caso de Juanto resulta paradigmático, no lo es menos el ocurrido con los Coordinadores de Turno. En mi caso fui llamado por la Escuela Pía a realizar un servicio: colaborar en la confección de un organigrama claro y sencillo que ayudase a delimitar funciones y responsabilidades y ejercer la coordinación de uno de los turnos del campamento. Se nos dijo a los coordinadores que la Escuela Pía valoraba nuestra experiencia y vinculación al proyecto y que, en aras de dar continuidad al mismo, contaba con nosotros y nuestro sentido de la responsabilidad para llevarlo adelante, incluso se nos ofreció una retribución trimestral como incentivo o gratificación por el tiempo dedicado y las distintas renuncias personales que debíamos hacer si decidíamos aceptar.
Deduje en el momento en que se nos presentaron los nuevos coordinadores, el pasado sábado (lo cual, supuse, significaba que yo ya no ejercía como coordinador; aunque tampoco se me había comunicado con antelación y me resultaba totalmente asombroso una forma de actuar tan poco decorosa), que o bien la Escuela Pía había decidido aplicar también en nuestro caso la nueva norma de renovación de cargos o que, según su parecer, ya no estábamos capacitados para ejercer dicha responsabilidad. Lo primero que puedo decir al respecto ya se lo que comentado con anterioridad. En cualquiera de los dos casos, debían haber comunicado la decisión con anterioridad a la propia mañana de la reunión por educación y respeto a sus propios colaboradores. No resulta correcto hacerlo de otra forma. Merecimos un trato mucho más cuidadoso y correcto, un trato que tuviese en cuenta que fue la propia Escuela Pía las que nos ofreció dicha responsabilidad y que manifestase en el fondo y la forma el agradecimiento a una labor que desempeñamos con cariño e ilusión.
En segundo lugar se me plantean nuevas dudas y es que su intervención, lejos de disipar mis dudas, no ha hecho más que fomentarlas y crear nuevas. ¿Cuántos son los años para el desempeño del cargo de coordinador? Dado que yo llevo tres años ejerciéndolo, debo pensar que esa es la cantidad de tiempo exacta; no más. Pero de ser así ¿Por qué hay compañeros coordinadores que llevan tan solo un año y también han sido renovados del cargo? ¿Es que es un año el tiempo máximo que un coordinador de turno puede ejercer su responsabilidad? No, no creo que sea así. Un proyecto que quiere dotarse de continuidad no puede renovar sus cargos organizativos anualmente, de hacerlo así solo generaría el caos y la confusión entre sus implicados y, la verdad, es que no conozco ningún otro cargo dentro de la Orden que se renueve anualmente; con lo que Orea sería una excepción al respecto (excepción que no se ha hecho en el caso del jefe de campamento y que no entiendo porque debería hacerse en el caso de los coordinadores de turno, mucho menos relevantes a ese respecto). Debo plantearle pues ¿Conocen ya los nuevos coordinadores de turno la duración anual de su cargo? ¿Podremos celebrar el año que viene una reunión de ex-coordinadores de Orea y contar con ellos para la misma?
Estoy divagando. Resulta evidente que la cesión de mis funciones y la de mis compañeros como coordinadores de turno no puede obedecer a este motivo; sería absurdo que así fuese. Es una cuestión que debe venir motivada por otras razones. La Escuela Pía debe entender que ya no estamos capacitados para ejercer dicha función. Lo que no entiendo es en que momento hemos dejado de estarlo, en que momento nuestra labor ha dejado de ser efectiva o de respetar los objetivos del proyecto. ¿El año pasado? ¿Este año? No puede haber sido el año pasado porque lo lógico es que no se nos hubiese dejado desempeñar una función para la que no estábamos capacitados y, después del rotundo éxito de la labor pedagógica de la reciente campaña, tampoco parece haber sido el actual. Entonces ¿Cuándo hemos dejado de ser competentes para el cargo? La única razón que se me ocurre es que el planteamiento esencial del proyecto haya cambiado pero eso es algo que nos se nos ha comunicado (supongo que de ser así usted mismo nos lo habría hecho saber el sábado) y que incluso descartó el propio padre Ernesto. El proyecto sigue siendo sustancialmente el mismo con la única variación de los cargos y las fechas en las que se realiza la convivencia. Eso es lo que nos dijo.

martes, octubre 10, 2006

Carta abierta (1ª parte)

A la atención de Enrique Signes, Padre Provincial:
El motivo del siguiente correo es comunicarle mi parecer al respecto de los cambios que se han producido en los Campamentos Escolares- Orea, en la presente campaña y las sensaciones que, personalmente, dichos cambios me han causado; ya que no pudo usted permanecer con nosotros la totalidad de la reunión.
Debo decir, en primer lugar, que me ha sorprendido la actitud y la postura que la Escuela Pía ha adoptado al respecto. No esperaba unas modificaciones tan profundas, siendo Orea un proyecto exitoso por razones que más adelante le expondré, pero menos aún la forma en que dichas modificaciones fueron planteadas, adoptadas y, posteriormente, comunicadas al conjunto de voluntarios que desempeñábamos este servicio que la Escuela Pía ofrece.
Me permito la licencia de citar sus palabras cuando presentó el inicio de la campaña actual. Usted habló del jefe de campamento, Juanto, como alma del campamento durante este tiempo; concretamente 19 años (usted como provincial debería conocer exactamente el número de años) y es cierto que para los que hemos servido a los niños a través del campamento, Juanto ha sido, y es, el alma del campamento. Un concepto muy amplio que, entiendo, no ha sido tenido en cuenta en su justa medida a la hora de tomar la decisión de destituirlo. Su capacidad organizativa, la coherencia educativa con la que ha dotado todas las actividades relacionadas con el campamento, su labor como educador y acompañante respecto de los monitores, su compromiso con los valores escolapios y su ejemplo han sido intachables y un modelo vivo a seguir por todos los que hemos tenido el placer de trabajar con él.
Una persona con las capacidades y valores que acabo de citar es difícil de encontrar, pero más difícil aún resulta que, en los tiempos que corren, continúe vinculada a un proyecto durante 19 años de forma ininterrumpida. Él ha llevado adelante un proyecto ambicioso y complejo, formando durante todo ese tiempo generaciones de voluntarios que han puesto sus capacidades al servicio de la Escuela Pía. Prescindir de los servicios de un jefe de campamento de éstas características, y más aún teniendo en cuenta el rotundo éxito de los años en los que el campamento ha estado a su cargo, y mas recientemente la campaña de este verano, resulta cuanto menos sorprendente e incomprensible. De forma brusca y desagradecida la Escuela Pía ha dejado a su propio campamento escolar, en sus propias palabras, sin alma.
Usted nos expuso que ésta decisión venía motivada porque, en todos los proyectos de la Orden, los cargos son renovados cada cierto tiempo y yo debo contestar al respecto que me resulta un argumento endeble e ilógico. Cierto es que los distintos cargos en los proyectos de la Escuela Pía son renovados cada cierto tiempo, pero también es cierto que dichos cargos conocen esta condición en el momento de presentarse a los mismo o de asumirlos; circunstancia que no se produjo en este caso ¿por qué? Sencillamente porque en Orea nunca había sido así. La caducidad o necesidad de renovar las responsabilidades no era una norma o regla aplicada a nuestro proyecto. Usted presentó como argumento una norma que nunca en la historia del campamento (fundado en 1973) había existido. Es cierto que los criterios pueden cambiar pero entonces me planteo lo siguiente ¿Por qué no anunciar esta decisión mucho antes o anunciarla para ser aplicada al año siguiente? ¿Por qué se adopto esta medida y la primera consecuencia fue que, inmediatamente, Juanto llevaba el suficiente tiempo como para ser destituido? Pienso, en un primer momento que, o casualmente 19 años es el tiempo de renovación de la jefatura del campamento o que Juanto llevaba en el cargo más tiempo del que esta medida aconseja oportuno y, si es así, ¿por qué se le mantuvo, entonces, más tiempo del adecuado al frente del proyecto?
Personalmente participé en la elaboración de los estatutos del campamento que incluían las funciones y responsabilidades tanto del jefe de campamento como del escolapio que ejerciese la titularidad escolapia en Orea y me llama poderosamente la atención que, siendo estas funciones y deberes presentados a su persona, no juzgase conveniente introducir dicha prerrogativa en ese momento; sin lugar a dudas el más oportuno para anunciar la próxima aplicación de una novedad en el organigrama del campamento. ¿Por qué no fue así? Debo pensar obligatoriamente que no estaba en su planteamiento hacerlo así entonces, que se trata de una decisión posterior. Otro momento adecuado para introducir esta novedad hubiese sido en la reunión de evaluación que venimos celebrando a finales de Agosto o principios de Septiembre. De haber sido así todos los implicados en el organigrama del campamento hubiésemos podido escuchar y aprobar su argumentación claramente, asumiendo las variaciones futuras que implicaría. Sin embargo tampoco fue así porque dicha reunión de evaluación nunca se celebró y dicha novedad nunca se nos fue comunicada ni a Juanto (como pude conocer en la reunión del pasado sábado) ni a los coordinadores de turno. Esta peculiar situación me plantea nuevas dudas ¿Es así como funciona la Escuela Pía al respecto? ¿Toma decisiones repentinas y arbitrarias y las aplica de inmediato sin comunicarlas con anterioridad a los afectados, sus propios colaboradores? Todos los cargos de responsabilidad en la Orden conocen desde el mismo momento en que asumen su puesto, el tiempo exacto de duración del mimo. ¿Por qué en Orea ha sido distinto si el objetivo que usted nos planteó era igualar los criterios?
Lo cierto es que la decisión de prescindir de los servicios del antiguo jefe de campamento es una medida que en nada obedece a los fines que usted planteo, porque, de ser así, son criterios inconsistentes y contradictorios que la Escuela Pía, debería revisar por su propio bien y por el de las personas que se encuentren vinculadas a sus proyectos. Debe haber claridad al respecto y, en este caso, no la ha habido en absoluto.
...to be continued.

martes, octubre 03, 2006

Entrada campamento Cabrillas.














Lugar de nacimiento, de propios y extraños, a quién no ha marcado este sitio!!!

Orea














Aquel pequeño recóndito lugar de Guadalajara, vista panorámica de Orea, poco antes de 1980.