domingo, octubre 22, 2006

Recordáis llegando al campament, esas fuentes... qué siestas!!!
Estáis llamando a vuestros enlaces, enviando correos a exmonitoresorea@hotmail.com, con vuestros datos "correctos" para apuntaros a esta cena o a próximas actividades?? espero que sí.

Carta abierta (2ª parte)

En la misma línea de lo expuesto, debo ser sincero y confesar que la Escuela Pía tiene la potestad y la capacidad de tomar decisiones al respecto de sus proyectos y de las personas que tratan de desarrollarlos aunque dichas decisiones puedan parecer caprichosas o incomprensibles. Repito, corresponde a la Escuela Pía, y solo a ella el llevar adelante sus proyectos en la forma y fondo que considere oportuno, introduciendo para ello las modificaciones que considere adecuadas. Prescindir de los servicios de Juanto como jefe de campamento bien podría ser una decisión de ese tipo, aparentemente incomprensible pero necesaria para el buen hacer de Orea (aunque no es así como se nos trasladó, sino como una consecuencia lógica de una norma inexistente no comunicada con antelación y ejecutada de inmediato). Desde luego perder el “alma”, como usted mismo denominó, del campamento me pareció precisamente eso, una decisión arbitraria y caprichosa. ¿En que proyecto se prescinde de las personas que lo dotan de continuidad y coherencia de forma tan ejemplar?
No hablaré aquí de la persona que han elegido para desempeñar dicho cargo, pero me resulta curioso que alguien a quien, personalmente, he impartido el curso de monitores y que apenas ha realizado un servicio de uno o dos años en Orea, tenga la experiencia y el conocimiento del campamento suficientes como para dotarlo de continuidad y coherencia. Si no se trata de continuidad, de coherencia o del desarrollo exitoso de un proyecto y tampoco se trata de la aplicación estricta pero normalizada de una norma conocida por todos los implicados ¿De que se trata? ¿Cuáles son los verdaderos objetivos de la Escuela Pía? ¿Por qué no nos los traslada tal cual son?
Si el caso de Juanto resulta paradigmático, no lo es menos el ocurrido con los Coordinadores de Turno. En mi caso fui llamado por la Escuela Pía a realizar un servicio: colaborar en la confección de un organigrama claro y sencillo que ayudase a delimitar funciones y responsabilidades y ejercer la coordinación de uno de los turnos del campamento. Se nos dijo a los coordinadores que la Escuela Pía valoraba nuestra experiencia y vinculación al proyecto y que, en aras de dar continuidad al mismo, contaba con nosotros y nuestro sentido de la responsabilidad para llevarlo adelante, incluso se nos ofreció una retribución trimestral como incentivo o gratificación por el tiempo dedicado y las distintas renuncias personales que debíamos hacer si decidíamos aceptar.
Deduje en el momento en que se nos presentaron los nuevos coordinadores, el pasado sábado (lo cual, supuse, significaba que yo ya no ejercía como coordinador; aunque tampoco se me había comunicado con antelación y me resultaba totalmente asombroso una forma de actuar tan poco decorosa), que o bien la Escuela Pía había decidido aplicar también en nuestro caso la nueva norma de renovación de cargos o que, según su parecer, ya no estábamos capacitados para ejercer dicha responsabilidad. Lo primero que puedo decir al respecto ya se lo que comentado con anterioridad. En cualquiera de los dos casos, debían haber comunicado la decisión con anterioridad a la propia mañana de la reunión por educación y respeto a sus propios colaboradores. No resulta correcto hacerlo de otra forma. Merecimos un trato mucho más cuidadoso y correcto, un trato que tuviese en cuenta que fue la propia Escuela Pía las que nos ofreció dicha responsabilidad y que manifestase en el fondo y la forma el agradecimiento a una labor que desempeñamos con cariño e ilusión.
En segundo lugar se me plantean nuevas dudas y es que su intervención, lejos de disipar mis dudas, no ha hecho más que fomentarlas y crear nuevas. ¿Cuántos son los años para el desempeño del cargo de coordinador? Dado que yo llevo tres años ejerciéndolo, debo pensar que esa es la cantidad de tiempo exacta; no más. Pero de ser así ¿Por qué hay compañeros coordinadores que llevan tan solo un año y también han sido renovados del cargo? ¿Es que es un año el tiempo máximo que un coordinador de turno puede ejercer su responsabilidad? No, no creo que sea así. Un proyecto que quiere dotarse de continuidad no puede renovar sus cargos organizativos anualmente, de hacerlo así solo generaría el caos y la confusión entre sus implicados y, la verdad, es que no conozco ningún otro cargo dentro de la Orden que se renueve anualmente; con lo que Orea sería una excepción al respecto (excepción que no se ha hecho en el caso del jefe de campamento y que no entiendo porque debería hacerse en el caso de los coordinadores de turno, mucho menos relevantes a ese respecto). Debo plantearle pues ¿Conocen ya los nuevos coordinadores de turno la duración anual de su cargo? ¿Podremos celebrar el año que viene una reunión de ex-coordinadores de Orea y contar con ellos para la misma?
Estoy divagando. Resulta evidente que la cesión de mis funciones y la de mis compañeros como coordinadores de turno no puede obedecer a este motivo; sería absurdo que así fuese. Es una cuestión que debe venir motivada por otras razones. La Escuela Pía debe entender que ya no estamos capacitados para ejercer dicha función. Lo que no entiendo es en que momento hemos dejado de estarlo, en que momento nuestra labor ha dejado de ser efectiva o de respetar los objetivos del proyecto. ¿El año pasado? ¿Este año? No puede haber sido el año pasado porque lo lógico es que no se nos hubiese dejado desempeñar una función para la que no estábamos capacitados y, después del rotundo éxito de la labor pedagógica de la reciente campaña, tampoco parece haber sido el actual. Entonces ¿Cuándo hemos dejado de ser competentes para el cargo? La única razón que se me ocurre es que el planteamiento esencial del proyecto haya cambiado pero eso es algo que nos se nos ha comunicado (supongo que de ser así usted mismo nos lo habría hecho saber el sábado) y que incluso descartó el propio padre Ernesto. El proyecto sigue siendo sustancialmente el mismo con la única variación de los cargos y las fechas en las que se realiza la convivencia. Eso es lo que nos dijo.

martes, octubre 10, 2006

Carta abierta (1ª parte)

A la atención de Enrique Signes, Padre Provincial:
El motivo del siguiente correo es comunicarle mi parecer al respecto de los cambios que se han producido en los Campamentos Escolares- Orea, en la presente campaña y las sensaciones que, personalmente, dichos cambios me han causado; ya que no pudo usted permanecer con nosotros la totalidad de la reunión.
Debo decir, en primer lugar, que me ha sorprendido la actitud y la postura que la Escuela Pía ha adoptado al respecto. No esperaba unas modificaciones tan profundas, siendo Orea un proyecto exitoso por razones que más adelante le expondré, pero menos aún la forma en que dichas modificaciones fueron planteadas, adoptadas y, posteriormente, comunicadas al conjunto de voluntarios que desempeñábamos este servicio que la Escuela Pía ofrece.
Me permito la licencia de citar sus palabras cuando presentó el inicio de la campaña actual. Usted habló del jefe de campamento, Juanto, como alma del campamento durante este tiempo; concretamente 19 años (usted como provincial debería conocer exactamente el número de años) y es cierto que para los que hemos servido a los niños a través del campamento, Juanto ha sido, y es, el alma del campamento. Un concepto muy amplio que, entiendo, no ha sido tenido en cuenta en su justa medida a la hora de tomar la decisión de destituirlo. Su capacidad organizativa, la coherencia educativa con la que ha dotado todas las actividades relacionadas con el campamento, su labor como educador y acompañante respecto de los monitores, su compromiso con los valores escolapios y su ejemplo han sido intachables y un modelo vivo a seguir por todos los que hemos tenido el placer de trabajar con él.
Una persona con las capacidades y valores que acabo de citar es difícil de encontrar, pero más difícil aún resulta que, en los tiempos que corren, continúe vinculada a un proyecto durante 19 años de forma ininterrumpida. Él ha llevado adelante un proyecto ambicioso y complejo, formando durante todo ese tiempo generaciones de voluntarios que han puesto sus capacidades al servicio de la Escuela Pía. Prescindir de los servicios de un jefe de campamento de éstas características, y más aún teniendo en cuenta el rotundo éxito de los años en los que el campamento ha estado a su cargo, y mas recientemente la campaña de este verano, resulta cuanto menos sorprendente e incomprensible. De forma brusca y desagradecida la Escuela Pía ha dejado a su propio campamento escolar, en sus propias palabras, sin alma.
Usted nos expuso que ésta decisión venía motivada porque, en todos los proyectos de la Orden, los cargos son renovados cada cierto tiempo y yo debo contestar al respecto que me resulta un argumento endeble e ilógico. Cierto es que los distintos cargos en los proyectos de la Escuela Pía son renovados cada cierto tiempo, pero también es cierto que dichos cargos conocen esta condición en el momento de presentarse a los mismo o de asumirlos; circunstancia que no se produjo en este caso ¿por qué? Sencillamente porque en Orea nunca había sido así. La caducidad o necesidad de renovar las responsabilidades no era una norma o regla aplicada a nuestro proyecto. Usted presentó como argumento una norma que nunca en la historia del campamento (fundado en 1973) había existido. Es cierto que los criterios pueden cambiar pero entonces me planteo lo siguiente ¿Por qué no anunciar esta decisión mucho antes o anunciarla para ser aplicada al año siguiente? ¿Por qué se adopto esta medida y la primera consecuencia fue que, inmediatamente, Juanto llevaba el suficiente tiempo como para ser destituido? Pienso, en un primer momento que, o casualmente 19 años es el tiempo de renovación de la jefatura del campamento o que Juanto llevaba en el cargo más tiempo del que esta medida aconseja oportuno y, si es así, ¿por qué se le mantuvo, entonces, más tiempo del adecuado al frente del proyecto?
Personalmente participé en la elaboración de los estatutos del campamento que incluían las funciones y responsabilidades tanto del jefe de campamento como del escolapio que ejerciese la titularidad escolapia en Orea y me llama poderosamente la atención que, siendo estas funciones y deberes presentados a su persona, no juzgase conveniente introducir dicha prerrogativa en ese momento; sin lugar a dudas el más oportuno para anunciar la próxima aplicación de una novedad en el organigrama del campamento. ¿Por qué no fue así? Debo pensar obligatoriamente que no estaba en su planteamiento hacerlo así entonces, que se trata de una decisión posterior. Otro momento adecuado para introducir esta novedad hubiese sido en la reunión de evaluación que venimos celebrando a finales de Agosto o principios de Septiembre. De haber sido así todos los implicados en el organigrama del campamento hubiésemos podido escuchar y aprobar su argumentación claramente, asumiendo las variaciones futuras que implicaría. Sin embargo tampoco fue así porque dicha reunión de evaluación nunca se celebró y dicha novedad nunca se nos fue comunicada ni a Juanto (como pude conocer en la reunión del pasado sábado) ni a los coordinadores de turno. Esta peculiar situación me plantea nuevas dudas ¿Es así como funciona la Escuela Pía al respecto? ¿Toma decisiones repentinas y arbitrarias y las aplica de inmediato sin comunicarlas con anterioridad a los afectados, sus propios colaboradores? Todos los cargos de responsabilidad en la Orden conocen desde el mismo momento en que asumen su puesto, el tiempo exacto de duración del mimo. ¿Por qué en Orea ha sido distinto si el objetivo que usted nos planteó era igualar los criterios?
Lo cierto es que la decisión de prescindir de los servicios del antiguo jefe de campamento es una medida que en nada obedece a los fines que usted planteo, porque, de ser así, son criterios inconsistentes y contradictorios que la Escuela Pía, debería revisar por su propio bien y por el de las personas que se encuentren vinculadas a sus proyectos. Debe haber claridad al respecto y, en este caso, no la ha habido en absoluto.
...to be continued.

martes, octubre 03, 2006

Entrada campamento Cabrillas.














Lugar de nacimiento, de propios y extraños, a quién no ha marcado este sitio!!!

Orea














Aquel pequeño recóndito lugar de Guadalajara, vista panorámica de Orea, poco antes de 1980.