sábado, noviembre 04, 2006

Carta abierta de un ex-monitor de orea al Padre Provincial (Final de la carta)

Vuelvo a tener dudas. No se nos ha aplicado repentinamente una norma totalmente ajena a la dinámica de Orea, no ha cambiado el planteamiento del campamento y, por tanto, no hemos podido dejar de ser competentes para desempeñar la función que veníamos realizando. ¿Qué me he perdido? Porque le confieso que no me salen las cuentas. Sumo dos y dos y no me da cuatro. ¿Qué aspecto revelador y que dota de coherencia a lo sucedido no se nos ha comunicado? ¿Qué es lo que está ocurriendo realmente?
Continuando con la cita de sus propias palabras, recuerdo que nos hablo de la verdad que tanto cuidaba y trataba de trasladar Calasanz. Una verdad minúscula y mayúscula. Una verdad que en estos momentos no se nos ha mostrado claramente. Una verdad esquiva para todos aquellos que hemos participado voluntariamente en Orea. No afirmaré que han tratado de ocultarnos la verdad porque, de ser así, deberían cargar en su conciencia el estar traicionando los principios y valores del fundador de la Orden; lo cual resultaría vergonzoso para la Escuela Pía, pero sí puedo afirmar que, de existir una verdad que dé sentido a lo ocurrido con Juanto, con los coordinadores y con el resto de monitores, no se nos ha trasladado con limpieza ni claridad ¿por qué? ¿nos considera la Escuela Pía lo suficientemente maduros como para llevar adelante sus proyectos pero no como para conocer los motivos que la llevan a introducir cambios en los mismos? ¿Qué respuesta esperaba de nosotros para no haber actuado así, teniendo en cuenta que siempre hemos asumido con sensatez y humildad lo que se nos ha planteado de forma clara y concisa?
En este momento ansío de corazón la verdad de la que hablaba usted al referirse a Calasanz, no la que nos transmite con su propia forma de actuar, con su ejemplo; la verdad de la que habló. La verdad de lo que ha ocurrido este año en Orea, la verdad que motiva tantos cambios y todos tan repentinos. Cambios que no responden a lo que nos han contado, a los argumentos que nos han dado ni a los principios que ustedes dicen seguir.
Usted nos hablo el sábado de vivir con los brazos abiertos, de ser receptivos a los demás, de aprender a ser comunidad, pero resulta que los que hemos colaborado con nuestro servicio, los que hemos estado trabajando y dedicando nuestro tiempo a los niños, y por supuesto los propios niños, ya somos comunidad. Durante la elaboración de las programaciones, en las convivencias de formación de monitores, en las campañas de verano vivimos en comunidad, juntos, hacemos nuestros los valores de convivencia que trasladamos a los acampados, que compartimos con el personal de cocina, de mantenimiento, de otros campamentos… Vivimos en comunidad siguiendo los mismos principios que deseamos transmitir, los valores cristianos que recoge el ideario del campamento, porque creemos que el ejemplo es el mejor modo de mostrar una verdad. El sentido del ejemplo y la responsabilidad que el mismo conlleva nos ha hecho compartir, crecer, madurar, colaborar, dar y recibir y eso ha hecho que, durante 32 años, generaciones y generaciones de niños hayan pasado por el campamento, hayan querido repetir, vincularse a dicho proyecto y crecer en él; para finalmente, escogerlo como espacio donde realizar un servicio. ¿No resulta para la Escuela Pía un ejemplo válido? ¿No resulta el campamento un entorno donde vivir en comunidad aceptable?
Lo cierto es que sí lo es, una comunidad ejemplar que ha logrado recibir con los brazos abiertos a todo aquel que ha querido participar y colaborar en ella. Una comunidad valida para realizar las prácticas de cualquier voluntario de la Escuela Pía. Un proyecto en el que aprender el sentido del servicio en comunión con los otros. Con sus decisiones ha roto esa comunidad. No ha respetado su singularidad ni su sentir, simplemente los ha obviado, los ha pasado por alto al respecto.
Si Orea no era una comunidad impregnada de la sensibilidad calasancia ¿Por qué ha desempeñado su labor como tal durante 32 años? No creo que sea el caso. Los padres escolapios no hubiesen permitido que un sinsentido así se mantuviese tanto tiempo. De nuevo sería vergonzoso para la Orden respaldar, organizar, promover y financiar un proyecto que no atiende a sus creencias y sus principios. Sería absurdo. Pero si lo era, si Orea era un espacio donde vivir en comunidad de acuerdo a los valores que desea trasmitir la Orden ¿cuándo ha dejado de ser respetada como tal? Vuelvo a tener que afirmar que debe ser este año, el año en que su estabilidad y continuidad se ha visto vulnerada. No antes, ya que no fue antes que se vio afectada tan gravemente la sensibilidad de sus miembros. Intuyo que, junto con otros cambios, ha sido este año cuando la relación de la Escuela Pía con su propio proyecto ha variado. Cuando ha decidido cambiar su forma de entenderla.
Ahora debo remitirme a la reunión que celebramos en Gandía para citar sus palabras de nuevo. Una reunión de educadores escolapios; eso, al menos, es lo que éramos considerados entonces. Allí usted dijo que el servicio que prestaban los voluntarios era un tesoro y que, como tal, era valorado por la Escuela Pía, que era deber de la Escuela Pía cuidar ese tesoro. El tesoro de la gente que está dispuesta a poner su vida en un proyecto destinado a los demás. ¿Eso no rezuma evangelio? ¿No está empapado de evangelio? La Escuela Pía contaba, en el conjunto monitores de Orea, con una comunidad que vivía y transmitía los valores del Evangelio. Una Comunidad que ha sido elegida, año tras año, por cientos de niños, frente a otras opciones educativas, en la mayoría de las veces, frente a las opciones de sus propios colegios, de sus propias órdenes y de los proyectos que éstas promueven. ¿Qué mayor tesoro puede haber? ¿Qué mejor modo de poner a la gente en contacto con los valores cristianos y el sentir calasancio? ¿No le resulta suficiente apertura? ¿No supone esta condición un orgullo a los escolapios? Éramos comunidad ejemplar abierta al mundo, abierta a todos y, sus decisiones han roto la comunión. ¿Por qué? ¿Es esta la forma en la que la Escuela Pía fomenta y promueve sus propios proyectos? No creo que generar malestar entre sus propios voluntarios dejando a un lado su labor, su sentir y el maravilloso ejemplo que dan sea la forma mas adecuada de vivir en coherencia los valores que se desea trasmitir, pero así es como usted ha actuado.
Cuando dio por finalizada su aportación, abandonó la sala sin preguntarnos nada, sin escuchar nada, casi sin vernos. Los colaboradores que ha escogido para su nuevo proyecto trataron de hacernos reflexionar pero centraron sus argumentos y sus justificaciones en la querencia al cargo y la dependencia a los afectos. No quisieron o no pudieron comprender lo que tratábamos de comunicarles. Su conocimiento del campamento, y de la realidad que se ha vivido en el mismo estos 32 años, dista mucho de ser la adecuada para dirigir un proyecto. Su conocimiento de la labor pedagógica y evangélica que hemos desarrollado es prácticamente nula o totalmente ajena a la suya. La relación con los integrantes de la comunidad educativa de Orea inexistente y, sin embargo, nos han sido presentados como los más adecuados y han sido ellos, y no usted, los que han contestado nuestra preguntas, revelando su ineficacia para comprender, aceptar y dirigir al conjunto de voluntarios que somos tesoro para usted y para la Escuela Pía. ¿Es así como la Escuela Pía entiende que se cuida un tesoro?
Debido al malestar que ha causado la forma de proceder de la Escuela Pía para con sus colaboradores y que las novedades introducidas este año, tal y como yo las entiendo, atentan directamente al espíritu del campamento y a su razón de ser (sentido de mi adhesión al proyecto de la Orden), deseo comunicarle que, desde el sábado pasado, doy por finalizada mi vinculación con la Escuela Pía y con el trabajo que hasta ahora venía desarrollando (curiosamente yo también llevo 19 años en el campamento).
Del mismo modo, en función de la responsabilidad y la vinculación con los acampados que han participado en dicho proyecto y dado que deseo actuar con los principios de coherencia y verdad que a mi se me han negado, le comunico que trasladaré mi sentir a todos los acampados, acampadas, padres y madres con los que pueda contactar; haciendo pública esta carta. Será únicamente mi parecer y mi opinión, eso queda bastante claro y ya lo he manifestado al principio de la misma pero, antes de que ellos tomen la decisión de continuar en el campamento, deben saber lo que ha ocurrido y en qué ha se ha visto modificado el mismo a raíz de los cambios que usted ha introducido. Les comunicaré también que la totalidad de monitores que participaron en la campaña de este verano han dejado de pertenecer al mismo y que, por tanto, desconocemos qué tipo de proyecto va a realizarse el próximo verano, del mismo modo que desconocemos qué monitores serán los encargados de llevar adelante el nuevo proyecto. Que ellos obren y elijan según les dicte su parecer, su conciencia y su corazón.
De igual modo, enviaré este mensaje personal a todos los compañeros, monitores y premonitores del campamento, animándoles a hacer lo mismo y a comunicar su sentir y la experiencia de su relación con la Escuela Pía a todo aquel que desee escucharlo. Entiéndame bien, ningún ánimo de venganza o revancha guía mi actuación. No busco infringir ningún mal gratuito pero, dado que la Escuela Pía no se muestra transparente y clara, alguien debe ser el primero en hacerlo. Callar o negar lo sucedido solo sería traicionar esa sensibilidad por la verdad que, como usted bien nos recordó, nos transmitió Calasanz.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

En el homenaje al Cap, varias personas me habían comentado la existencia de esta carta, pero hasta ahora no la había leído.
Ignoro quien está ahora al frente del campamento; tampoco sé cómo ha funcionado la campaña siguiente a la destitución de Juanto y desconozco también, a cuántos acampados y padres llegó este mensaje.
Y me hago estas preguntas porque tras leer esta misiva, en lo que me he parado a pensar es en los acampados. No digo que la decisión que tomásteis no sea correcta -seguramente yo hubiera hecho lo mismo-, pero os habeis parado a pensar en ese acampado que volviera ese año al campamento con la ilusión de encontrarse de nuevo con sus monitor@s? o con la esperanza de pasárselo tan bién como en la última campaña?
Como dice mi madre, "siempre lo paga pocaropa"...
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues lo cierto es que la pregunta que planteas tiene mucha miga y es un tema que da para rato. A mi me tuvo varias semanas rondándome la cabeza antes de decidirme a tomar una decisión y, posteriormente, a escribir esta carta.
Para no extenderme demasiado y soltar un ladrillo seré un poco reduccionista y plantearé las cosas de forma simple (Para cada uno estaría rotocada por sus propios matices, circunstancias, historia personal, vocacion, etc.) para mi basicamente son estas:
Si yo vinculase mi decisión de abandonar Orea a la futurible insatisfacción de los acampados nunca podría dejar el campamento. Siempre habría una posibilidad de generar desilusión en ellos o algunos de ellos y eso condicionaría el no poder dejar de asistir a Orea bajo ninguna circunstancia. Ocurriese lo que ocurriese en el campamento, en los turnos y con los monitores siempre debería ir por no defraudar a los niños.
En este particular, actuase como actuase la Escuela Pia, debería seguir acudiendo como voluntario aunque personalmente no comulgase con sus planteamientos o su forma de actuar.
Este, para mi, es el tema fundamental. Una organización que se basa en el voluntariado tiene su fundamento en la identificación del voluntario con los principios de la tarea que realiza pero tambien con los modos en que ésta es entendida y, posteriormente, llevada a cabo. Es decir, no solo se trata de "Me gusta trabajar con los niños", sino "Me gusta trabajar con los niños", "de esta manera" y "con este sentir compartido".
Cuando ocurrió lo que ocurrió, en mi caso, cayeron dos de estas premisas: la forma de trabajo (organigrama, responsabilidades, relaciones personales con los implicados) y el sentir del proyecto (sentimiento de autorealización, valoración del trabajo, cuidado de la figura del voluntario, etc.)
Para mi son aspectos que fundamentaban el prestar mi servicio en Orea y, al ser dañados tan profundamente, replantearon mi decision de permanecer en el proyecto.
Lo lamento profundamente por los acampados, yo desearía haber podido continuando esta maravillosa labor compartida pero para realizarla con entrega e ilusión necesitaba de algo más que niños (aunque suene extraño), necesitaba de una coincidencia de circunsantacias que solo encontré en Orea, hasta que dejo de ser así a mi entender.
Orea no era solo un lugar, sino una forma de entender y de poner en marcha una labor, de trabajar juntos, de discutir juntos, de planificar actividades, de poner en marcha un entramado de relaciones personales para educar. Con el nuevo planteamiento de la Orden, la labor se destina cada vez más a la evangelización, las dinamicas de trabajo cambian progresivamente, la planificación de actividades se altera, las relaciones personales son más divergentes, se obvían o se descartan, el trabajo realizado se desmerece, la estima por el voluntario se enturbia. Hace poco "prescidieron de los servicios de algunos monitores" por "falta de formación crisitana", siendo alguno de estos monitores ex-alumno escolapio ¿tan mal forman a sus propios alumnos?. Voy a decirlo claramente, echaron a algunos monitores porque no cuadraban con lo que querían hacer y el grupo de gente que buscan (este es un tema que no tratraé aquí pero que tiene tambien mucha miga)De momento parece que los monitores que aún quedaban estan planteándose también dejar de ir. Hace dos semanas me dijo una de llas "para que nos traten así..."
¿Ese es el Orea que yo elegiría a dia de hoy para realizar un voluntariado? ni de coña.
Lo lamento por los niños que acudieron el año pasado con la expectativa de encontrar el mismo grupo de siempre pero, precisamente, por esa forma de entender la educacion y la convivencia (que era lo que les motivaba a repetir a ellos) yo tuve que dejar de ir. Se trata de un ejercicio de integridad y coherencia (bien o mal hecho es lo que trate de hacer)
Ahora podría plantear otra pregunta para la reflexion abierta ¿Quienes eran los que tenían que cuidar, en primera instancia, ese deposito de ilusión que traían los niños? ¿quienes son los responsables de que los acampados no encuentren a los monitores esperados? yo tengo mis respuestas...
¿y que pasa con los niños que fueron y que seguirán yendo a Orea? pues que no irán al Orea que yo conocí, que sufrí y que quise con locura porque Orea nos la han robado.
A mi me queda en la memoria y en el corazón y espero que a los niños tambien.

Anónimo dijo...

Muy estimado Jota:
Como puntualizo en mi comentario, seguramente yo hubiera hecho lo mismo, y no hubiera sido la primera vez que me enfrento directamente con un cura ajeno a nuestra labor y con la creencia errónea de que puede hacer lo que le de la gana en el campamento; es decir, que yo no me callaba y no permitía que se cometieran injusticias, siempre velando por el acampado; ya que realmente los enanos son los que al final de la partida, te hacían sentirte bien, útil; te hacían sentir Orea, como tu y yo la entendemos.
Sin embargo, siendo más práctico, a modo de ejemplo, se podría haber hecho una fiesta en el cole, como se hacían antaño después del campamento, y allí haber transmitido el mensaje de tu carta, pero a todos: padres, madres, acampados, curas...como una venganza servida en plato frío. No siempre la primera reacción es la mejor; a veces, un plan meditado puede ser más eficaz, y conseguir más objetivos con el mismo esfuerzo.
En fin, es una idea a toro pasado que ya no vale de mucho, un comentario que pretende ver lo mismo con otro prisma. Pero recalco, que apoyo vuestra decisión hasta las últimas consecuencias...nunca he abandonado a ninguno de mis soldados en el campo de batalla y no lo voy a hacer ahora.
Un abrazo muy fuerte Jota.

Anónimo dijo...

Estimado Gral. Custer:
Lo de reunir a los acampados, paderes, madres, curas para transmitir una decisión tiene sus riesgos. Desde mi punto de vista no es correcto generar una situación para dar la sorpresa y soltar un bomba no esperada. Los curas actuaron así con nosotros y no me parecio bien. No digo que no sea una idea apetecible pero lo que tuve muy claro es que no iba a repetir su juego y darles despues la oportunidad de criticarlo. No quise repetir el mismo juego sucio de dar la estocada a traición.
Mi idea era principalmente dirigirme al padre provincial para decirle lo ruin que me había parecido su proceder y lo falso que se me antojan todos sus argumentos. Yo puedo llegar a comprender que la Escual Pia haga lo que estime adecuado con sus proyectos, pero no que les falte sinceridad para decir qué es lo que realmente quieren y lo que les mueve a hacerlo.
Si el provincial nos hubiese dicho que lo que en realidad quieren es que orea la lleven los tomasines o los neocatecumenados y que como es de ellos hacen lo que quieren, a mi me puede parecer bien o mal pero es una decision que les toca a ellos, Orea no es mia y tengo que asumirlo. Pero que traten de venderme la cabra de forma tan escandalosa clama al cielo. En el fondo lo que les falta es valor para ser transaparentes en sus planteamientos ¿por qué? Por que creo que en el fondo saben que estan actuando mal, que estan pasando por encima de la gente y estn generando división y tensión pero estan tan hasta arriba de historias internas (grupos enfrentados que tratan de tener la máxima influencia y de tomar las decisiones importantes, crisis vocacionales, asambleas generales con todo el politiqueo consecuente, etc.) que en lugar de sentarse, valorar las cosas como deberían hacer, cuidar un poco más las realidades que ellos mismos han generado, o tomarse la molestia de explicarse a los que colaboran con ellos, lo unico que hacen es tirar hacia delante sin importar lo que pase y que sea lo que Dios quiera.
Lo que yo queria al escribirle la carta al provincial(y la escribi, mas o menos, un mes después de la reunión que tuvo con nosotros)era hacerle ver que todo lo que nos habia contado no tenía ni pies ni cabeza y que era una falta de respeto hacia nosotros y un insulto a nuestra inteligencia y a nuestra dignidad como voluntarios plantear las cosas como las hizo, en el fondo y en la forma. Pero como tambien sé que el provincial ib a leerla, callarse como un campeón y cuando le preguntasen el porqué de nuestra decisión de irnos iba a contestar que no sabia porque, que él habia hecho todo lo posible por explicarnoslo muy bien, que contaba con nosotros y toda la pesca,(vamos, que por él no se iba a enterar nadie de la verdad) decidí mandarla a mas involucrados para que por lo menos hubiese constancia de nuestro parecer, nuestro sentir y nuestra opinión. Así no es solo lo que el diga que pasó.
El objetivo no era vengarme sino impedir que releyese nuestra historia conforme le viniese en gana. Que si se atreve a decir: "Es que he echado a Juanto y se han pillado un berrinche", alguien pueda decirlo: "Oye, que eso no es verdad. Ellos dicen que se han ido porque los habéis tratado como el culo" y ya le toque tener que dar explicaciones sobre el sentido de "culo" que tiene la Escuela Pia.
Para mi, que el general de la Orden (ese hombrecito que vive en Roma y que manda mucho) llamase preguntándole que qué historia era esa de los monitores de Orea que le habia llegado por correo y que qué follón se estaba montando fue una satisfacción enorme porque, a lo mejor también le mintió a él, pero ya quedó constancia que no se puede ir maltratando a la gente y luego pensar que no pasa nada.
Otra satisfacción personal, creo que ya ese lo he contado a algunos, fue una (la unica) respuesta que tuve de un escolapio: "Agradezco que hayas querido compartir esta carta conmigo y cuenta conmigo para lo que necesites".
No, no se trata de buscar venganza sino de agitar conciencias, que la gente que tiene la posibilidad de intervenir y de decir algo en todo esto deje ya de callarse las cosas por miedo o por conformismo, que así solo se forma parte del daño.
Los niños se enteraron de la carta al mismo tiempo que los curas, porque los monitores fueron reenviándosela conforme la recibían y ellos se la leyeron a los padres. Estoy muy tranquilo en ese aspecto porque tuvieron muchos meses por delante para decidir si querían volver al campamento o no(Recuerdo que coincidi con un par de madres en un entierro y, al acabar, vinieron corriendo para decirme que se habían enterado de todo y que n sabían qué hacer). Los nños sabían que sus monitores no iban a volver y el motivo de esta decisión. Nosotros, al menos, sí les hicimos participes de lo que estaba pasando (Los curas se hubisesen callado y... si nadie pregunta ¿para qué contarles? menos excusas que dar)
Supongo que cada uno actúo como creía conveniente, yo sólo quería hablar con el provincial "de tu a tu", lo único es que quise asegurarme un buen puñado de "testigos" para que no me robasen tambien la palabra.
A dia de hoy el campamento está en un proceso de transición. Habrán un par de años así, no muchos más, y luego pasará totalmente a ser organizado y llevado por los neocatecumenados de forma explicita. Ya han introducido otro momento de oración por la mañana y la ambientación de un turno (hablo solo de uno porque es el unico que se) era "La creación". Parece que el cariz catequético va a aumentar considerablemente. Toda esta historia era para tratar de llevar a cabo un transición y no hacerlo de golpe. Pero, es mi opinion, tiempo al tiempo.
Jejeje, ahora que lo leo, veo que esto ultimo no va mucho con lo que estabamos hablando, pero me apetecía soltarlo. Te he aprovechado de excusa, perdoname.

Un abrazo muy fuerte.

Dongabal dijo...

Hola Jota, hola gral custer (no se quien eres, perdona), hola a toda la gente de orea.

Me acaba de pasar Paco la dirección de este blog. Y me he enganchado a leerlo todo. Me parece una idea de pm utilizar internet para poder seguir en contacto y por supuesto poder expresarnos libremente (sobre todo después de lo ocurrido con el campamento)

Quería decir que estoy totalmente de acuerdo con la carta de Jota, (te quedarías agusto eeh). Supongo que como todos, me parece fatal como actuaron los curas, que por lo que me contaron (no fui a la reunión del "día D") no actuaron de forma lógica. La forma en que tiraron a Juanto y "prescindieron" de los coordinadores de turno me parece muy burda.

Y es que así se han cargado OREA, la Orea q yo conocía y a la que me encantaba ir todos los veranos.

Volviendo al tema del Blog. No se desde cuando está, pero sería ideal que lo conociesen todos los monitores y pres que han pasado por orea, a través de email y tal.

Y el tema de la cena. Me molaría ir (el año pasado me fue imposible) para ver como sigue la gente y que es de sus vidas. Se lo comentaré a mi gente más cercana (Ángel, Adolfo, More, Sergio, Manu, etc) y les enseñaré el blog también.


Por cierto, lo del album de fotos para colgar fotos del campamento me parece una idea genial. Se podría hacer un espacio de msn, o con la web flickr, o picasa web, o algo así. No sé. La idea de la orla me encanta tb. Yo podría maquetarlo con photoshop. Podría quedar xulo (aunq sería un currazo...)

Un abrazo a todos y a ver si os veo pronto.

Anónimo dijo...

Muy estimado y apreciado Jota:
Está bien, acepto pulpo como animal de compañía... pero vuelvo a hacer constar, que lo de la fiesta del acampado era a modo de ejemplo; tampoco hubiera sido necesario que se hubiera leído la carta abiertamente, hubiera bastado con ir entregándola una a una a todas las familias asistentes, por ejemplo, o ir comentándolo a lo largo de esa tarde aprovechando saludos, conversaciones, etc. Pero insisto, es únicamente una idea; más que nada por plantear otro punto de vista y estar de charreta con uno de mis discípulos preferidos...Je!.
En todo caso, me quedo más tranquilo al saber que este mensaje se hizo llegar al mayor número de personas, de una manera u otra relacionadas con el campamento.
Con todo esto yo me pregunto:
¿ podríamos empezar un nuevo proyecto, como hizo Gumer hace ya muchos años con un trozo de tierra y unas cuantas tiendas de campaña ?
Para ello necesitaríamos los tres ingredientes principales que él utilizó: Dedicación, Ilusión y Tiempo.
Es una utopía lo que planteo? o podría ser una realidad?
Hace tiempo un veterano grupo de monitores lo intentó...
Un saludo Sergio, encantado de leerte, y un fuerte abrazo a tod@s.

Anónimo dijo...

Yo tambien aprovecho el tema como excusa para charrar con uno de mis monitores favoritos...je, je!! y creo que la idea que planteas no es nada descabellada y se podría haber hecho perfectamente, simplemente no se nos pasó por la cabeza.
Lo de empezar un nuevo proyecto es algo que ronda insistentemente la cabeza de algunos monitores como he podido conocer pero, tal y como exponías, hacen falta esos tres ingredientes: Dedicación, ilusión y tiempo. Ilusión creo hay a capazos, pero capacidad para entregar tiempo (sobre todo a la preparación y la organización del tinglado, no me refiero a programar ni a estar) es mas complicada. Muchos monitores tiene circunstancias personales, e trabajo, ompromisos academicos, etc. que dificultan eso y, sin tiempo, la dedicación se ve afectada. De toda maneras veo estupendo que sea un tema que hayas expuesto, porque hay mucha gente con la inquietud y saber de que pie cojea cada uno es una buena forma de plantearse las cosas con seriedad si alguien se decide a hacerlo.
Yo no creo que se trate de una utopia sino de algo complicado por la necesidad de hacer coincidir varias personas con capacidad de tiempo para mover las cuestiones burocraticas y administrativas que requiere pero ¿quien sabe? igual alguien nos sorprende...

Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

soy una madre de un niño de 8 años que tiene qwue ir este verano 2008 al campamento pero depues de leer esto me estoy asustando, he apuntado a mi hijo para que se divierta no para que este de catequesis ¿lo borro ?

Anónimo dijo...

Hola, soy una monitora que estuvo varios años de campamento con vocotros en Cabrillas, y coincidí con varios monitores allí de escolapios. En verdad no sé de que va toda esta história e igual me estoy metiendo donde no me llaman.
Se que las historias desde fuera se ven de forma distorsionada por que solo hay una verdad y muchas formas de verla y según donde nos toque la transmitimos de una forma u otra.

Decis que no queréis venganza y que lo que queréis es que se conozca la verdad y que os den una explicación de el por qué de las cosas, pero creo que con vuestra actitud en el fondo os da igual las respuestas que os den, por que vosotros ya teneis vuestra verdad y es la valida, sino que lo que quereis es que los padres se enteren y tomen cartas en el asunto para que a los escolápios se les caiga la cara de vergüenza.
Decis que teniáis un espiritu especial en Orea y que los niños son lo importante, pero en verdad no es así, por que sino mientras se trabaje con los niños que más dá quien lo haga, sino que creeís que vuestro "ideal del espiritu de Orea" es el que vale y los escolapios no tienen ni idea.

HAblo desde la distancia y la humildad y no estoy ligada a la orden escolápia pero soy cristiana como la mayoria de vosostros "supongo", y creo que la labor de un cristiano es evangelizar estando de campamento o no estando y que si además colaboras con una orden religiosa el compromiso es mayor y que con nuestros actos estamos transmitiendo unos valores a los niños aunque sea ed forma inconsciente.
El último mensaje que ha sido publlicado el de la madre es muy aclarador ella lleva a su hijo a un colegio cristiano pero en el fondo lo que le importa no es la educación "critiana" que reciba su hijo sino que juegue mucho y se lo pase muy bien, ahí se resume la diferencia entre la labor que desean hacer los escolapios y la labor que se desea que hagan los escolapios.
Repito que es mi humilde opinión y que probablemente esté equivocada pero yo he visto y he oido muchas cosas en esos campamentos que han dejado un poco que desear